Descripción
En 1912, todas las fuerzas en pugna se definen claramente, tal vez por el mismo ocurrir de los acontecimientos que les obliga a ello. Y la Junta del P.L.M. reafirma su radicalismo oponiéndose tanto a los reyistas como a los maderistas, a los vazquistas o a los orozquistas sin pasar por alto a antiguos miembros de la misma Junta.
Además de estas luchas en el país, tiene que encarar también otra situación: el casi total desconocimiento por parte de los anarquistas europeos del movimiento revolucionario mexicano, lo que conlleva a algunos a desprestigiar y difamar la acción de los miembros de la Junta hasta que Pedro Kropotkin intervino y en cierta medida logró detener esta ola calumniadora. Pero desgraciadamente, esta serie de artículos sobre la situación revolucionaria mexicana editada por Jean Grave en Les Temps Nouveaux hizo que desde Europa la Junta no recibiera ningún apoyo real; si bien en los Estados Unidos, compañeros anarquistas, como Emma Goldman, la apoyaban directamente, participando en mítines, recolectando fondos o integrándose a la lucha.